jueves, 28 de mayo de 2009

No me muevas

Cuando me la encontré entre los arbustos las hormigas ya se la estaban devorando. Tenía las extremidades atadas y los ojos vendados .A pesar de que la boca estaba completamente libre no pidio ayuda en ningún momento.Tampoco tenía marcas de violencia. Parecía que estuviese jugando al escondite y no quisiera hacer el mínimo movimiento. Como si fuese elección suya que los pequeños animales acabaran con ella.
Lo primero que hice fue quitarle la venda. Aun odio el momento en que lo hice. Lo recuerdo perfectamente. Esperaba una mirada de agradecimiento, de agobio y agotamiento. Y en cambio sus ojos me gritaban que se la pusiera de nuevo, y eso fue lo que hice. Fue una sensación extraña¿Cuántas personas se habrían cruzado con ella antes que yo?¿Cuántas después?Puede que alguien se la llevara y la cuidara. O puede que se la hayan comido las hormigas. Pero de lo que estoy segura es de que si por ella fuera, se habría quedado allí para siempre.


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