Medio año estuve ingresada en una clínica de mala muerte.
La verdad es que fue más por la sal, pues yo al día siguiente del ingreso estaba muy feliz, pero mis lágrimas no dejaron de estar saladas durante la estancia.
Es curioso que uno no se entere de que está enfermo hasta que llora.
Como sea esos meses los pasé muy feliz hasta que dejé de llorar porque no tenía más que llorar. Me bajó la tensión un montón.
Después de aquello retaba a mis amigos a meter los dedos en los enchufes. Así maté a dos o tres y decidí que no merecía la pena sacrificar a seres indefensos sólo para subirme la tensión.
Me sentía muy mal por la pérdida de personas cercanas y más si el principal problema era yo. Necesitaba llorar su muerte pero claro, a esas alturas me era imposible sacar alguna lágrima porque estaba muy sosa y deshidratada. Tenía dos carencias: una de sal y otra de desahogue. Y desde entonces mi salud no mejora.
Quién se iba a imaginar que una canción feliz podría arruinarle a uno la vida.
7 comentarios:
Es que en las sopas de las clínicas nunca ponen sal, ¡y están asquerosas!
No tiene nada que ver, pero el título me ha recordado a http://www.youtube.com/watch?v=JBfjU3_XOaA
Ánimo, que algunas canciones felices no duelen tanto ;)
it ain't me babe ;)
Meca colega, ahora pillo lo del rotulo ese que pusiste en la pared. Sí que tienes conversaciones contigo, misma porque no te entiende ni Rita Marley, seguramente tampoco te entiendas.
:P
PD: Ya era hora de que actualizases, reina.
joder, no sé escribir.
Bonico, me alegro de que no lo entiendas.
Que no me llames reina
Increíble, me ha encantado ^^ ¿A que meto los dedos en el enchufe??
It ain't me you're looking for, babe... Grande Dylan
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