martes, 3 de febrero de 2009

*

-Pero abrázame más fuerte hija, que lo haces sin ganas. Parece que fue ayer cuando venías corriendo y me decías.."te quiero, te quiero, te quiero"
Mi madre.
Soy así, no puedo evitarlo. A lo mejor estoy deseando que me de ese abrazo y devolvérselo, pero se dibuja una coraza a mi alrededor y soy incapaz de abrazarla con más fuerza. Así con ella, y así con todo.
No recuerdo cuando cambié exáctamente. Supongo que sería en la etapa esa de "la edad de el pavo" en la que quería aparentar ser mayor o puede que aun ni la haya pasado. También es posible que alguien contribuyera a mi cambio y me hiciera ver las cosas de otra forma. Los sentimientos dentro y la apariencia por fuera. Aunque nunca he sido de aparentar. El caso es que, a veces, aunque no lo haga recordar, me hacen mucha falta algunas cosas.

No hay comentarios: